4 feb 2011

FULL DE ESTAMBUL



Señor@s no perdamos nunca las formas estemos donde estemos, a pesar de ver pájaros gigantes atacando pescadores como en la foto, y es que uno nunca sabe lo que se va a encontrar antes de llegar a un sitio por mucho internet que tengamos o muchos paraguas que sigamos... No todos los días te invitan a una boda turka y esta fue la excusa que me trajo a Estambul.

Desde siempre hemos oído... cogí la turka, cabeza de turko, café turko, el kebab turko, me hizo la turka, la pasión turka, tabaco turko, doraimon, corte turko, especias turkas, etc, etc, etc, ¿por qué?, pues la verdad no lo se... En una primera impresión de la ciudad yo la definiría como la ciudad de ambiente árabe mayoritario más asequible como primer contacto con este mundo, totalmente adaptada al turista e igualmente modernizada, sin nada que envidiar a otras de primera linea a nivel mundial.


16 millones de habitantes que seguro no entran en el mapa turístico que pillé en el aeropuerto y patearmelo en dos días me hizo pensar y reestructurar el viaje en el tiempo que me quedaba. Que se puede hacer en una ciudad bastante cara para no gastar demasiado y salir victorioso, pues bien, de eso se trata, de inventar. La atracción principal es poder cruzar de Europa a Asia en ferry por unos 80ctms. como si nada, dando de comer al vuelo a las gaviotas enbrutecidas, lo que en días de sol es una gozada, y después de un lunch en el puerto de Kadikoy a base de bocata de caballa a la plancha y ayran (yogurt líquido salado) buscar el atardecer dando un buen paseo al norte por la misma costa hacia el siguiente puerto de ferry, Üskudar en Beyoglu. En esta ruta los restaurantes de pescado locales tienen una pinta brutal y el turisteo empieza a quedar a un lado. El sol se pone tras las mezquitas de la ciudad vieja en la parte europea con lo que la estampa desde este otro lado es bastante impresionante.


Se estila la pesca, así que no es difícil encontrar una cañita y irse por ejemplo al puente de Galata donde día y noche la baranda del mismo está llena de personajes pescando lo que luego llevarán a sus casas para comer. Aquí podemos pasar el día por un módico precio, algo de picar y paciencia ante la faena.


El tema de los mercados es otra opción para hacer durante un par de días de ruta, empezando por los turísticos como el gran bazar o el de las especias y seguir por algunos más alejados que yo recomendaría como el del barrio de Fatih cerca del acueducto de Bozdogan, donde la extensión a lo largo de las calles crea un laberinto al mas puro estilo rastro (solo miércoles) y donde seguramente serás el punto de mira de toda la multitud; y el mercado de Sali (Kadikoy) que está en el lado asiático, también en la calle, y aunque más comercial tiene un encanto especial el zigzaguear por sus rincones e ir picoteando, estos entre otros miles a lo largo de la ciudad.

En fin la cuestión es entretener el día con algunas aventuras como buscar la tumba del pirata barba roja en Besiktas, uno de los barrios más ricos de la ciudad, o bien subir hasta la desembocadura del Bósforo en buses locales para encontrarnos con el Mar Negro y tomar algo en la plaza de Rumeli Feneri rodeado de abuelos. Este es el pueblo que hace punta en el lado europeo donde el Bósforo termina y se une al mar negro, realmente encantador. Y si mi primo me lo permite, quiero tomarme la licencia de añadir Rumeli Feneri a los gritos de Cuchicuchi y Siliguri, :).

... el lago negro el lago blanco... el mar negro...

Si lo que buscamos es algo de música en directo, un timeout nos puede sacar del atolladero. En los 10 días que yo estuve en Estambul pasaron por la escena Shantel, Matthias Tanzman, Baba Zula, y un largo etc. Pero el plan perfecto para un domingo y que no se puede dejar pasar es el siguiente: los medios días en la Universidad Internacional (Fil Koprü Cd) hay un garito que se llama Tamirane donde hacen jazz en directo en un ambiente muy tranquilo de estilo berlinés, aquí se puede tapear y tomar una buena birra. Desde allí el paseo hacia el barrio gitano de Eyüp (en una montañita) es bastante agradable y la subida al mismo por la parte trasera, muy muy propia, de pronto nos encontraremos con el verdadero Estambul. Una vez en la copa debemos de preguntar por el PierLotti Cafe, un pequeño complejo de restaurantes y cafeterías con unas vistas del cuerno de oro que quitan el hipo y no queda ahí, la llegada al sitio si seguimos la ruta que he indicado es a través de un cementerio, vamos, pa´cagarse.


Sin duda y viniendo de mi tengo que hablar un poco más sobre la comida. Las pizzas turcas y los kebabs están para reventar pero porque en algunos sitios todo queda en casa, quiero decir, los macerados, los hornos, las salsas, las formas, todo hecho a mano... mmm... vaya tela. Tampoco es fácil encontrarlos, hay que perderse un poquito. El único sitio céntrico en la calle donde la carne nunca supe lo que era y estaba para morirse fue en una de las puertas del Gran Bazar cerca de donde se hacen las subastas de oro y plata (otra experiencia).

... pincha y pincha uno a uno ...

La verdad es que hay que saber donde entramos a comer porque si nos descuidamos los precios son europeos en según que sitios. Hay una especie de casas de comida (se reconocen fácil por el pizarrón blanco en la puerta y la vitrina a la calle con el muestrario), donde por 3,50€ podemos tomar dos platos caseros, postre, pan y bebida, todo a elegir (esto me recordaba mucho a los antiguos Daba indios y su bandeja de metal con lo que hay ese día). Si venís por aquí no podéis dejar de probar el borek, una especie de torta mil hojas de diferente relleno, carne y frutos secos, espinacas, queso, pasta, etc. que es típico sobre todo en Sariyer al norte del Bósforo por el lado europeo. Y luego los mil productos encurtidos, los quesos y los dulces para los muy muy dulceros porque para mi gusto personal con uno ya vas con las pupilas dilatadas para todo el día (por el azúcar).

... esto es un mono sin cabeza, brazos, ni piernas...
que nooo... que es un queso en la propia piel de la cabra...
no se que es peor...

De las bebidas me quedo con el ayran porque no hay otra cosa con la que compararla y el raki que se bebía durante toda la noche en la boda y cenas de días previos, una bebida anisada tipo pastis francés que se rebaja con agua... y menos mal, porque sino no llegas ni al postre con mofletes y orejas a reventar, así como en el ejemplo de mi colega Jean Marie. Véase la foto.


En fin, cosas de la vida cosas del amor... La boda estuvo de lo más propio, toda una experiencia, pero he de decir, y algunos de vosotros estaríais de acuerdo conmigo, grandes sabios de esta ceremonia y el protocolo que la rodea, que no tienen nada que hacer con la que liamos nosotros en las mismas, jejejeje. De cualquier manera el día de la boda está la gente más suave que un guante, por los días previos son de celebraciones, comilonas, bailes, músicas tradicionales en directo... bueno... algo más a la mochila.

Para despedirme os dejo con un par de fotos que me encantan y dicen bastante de la vida, más un vídeo del baile de los novios, el cual explica que cosas como ésta te pueden suceder por casarte con un bailarín de danza derviche contemporánea, casi nada. Os mando un besito a tod@s y nos vemos en los espejos... no seáis malos!!

... siempre hay por aprender ...

... hasta que la vida nos pese ...

PD. Se que doraimon en el segundo párrafo no tiene nada que ver... es que no sabía que más poner...