22 jul 2010

SENSACIONES


Sensaciones es una sección que hemos querido crear como medio de expresión de nuestros más cercanos, aquellos que comparten nuestra forma de pensar y en ocasiones de vivir, aquellos que en cierta manera pueden hablar por nuestras bocas y utilizar enfoques que otros dejan en el tintero.

Nuestro interés se centra en el planteamiento de un tema concreto a una persona concreta y que esta misma pueda expresarse en nuestro blog a su parecer. La intención es que surgan preguntas, respuestas, dudas y nuevas discusiones.

Ya no nos paramos a pensar, se piensa mientras estamos haciendo y eso no es bueno. Un intercambio de impresiones, una larga charla compartiendo mucho más que una simple conversación, criticar o alabar a la vida y lo que la compone y analizar sus diferentes angulos, siempre finaliza con una sensación reconfortante.

Nuestro consejo: "Parate y piensa, luego vuela"


En esta primera entrada de la sección hemos invitado a Albert Gual, amigo ante todo, pero también compañero de trabajo, viajes y gustos en la vida, periodista y fotografo en ese orden, incansable, es una persona que apuesta muy fuerte por aquello que realmente quiere, sin temer al que dirán y enfrentadose de cara contra lo que supuestamente es una linea standar de vida. Gracias por tu colaboración, te mandamos un abrazo.

Hace tiempo que mi amigo Raúl me pide que escriba lo que me plazca para inaugurar una nueva sección en su blog. “Ules” (de apodo), es uno de los dos primos cordobeses que llenan éste libro de experiencias personales. Los dos, maestros del complejo arte de vivir, complejo en lo que hacerlo bien se refiere, sin rendirse en el intento.

Compartiendo su manera de entender y desentender las cosas, voy a intentar describir en palabras esta filosofía que sólo puede comprenderse si se siente, y que tan agridulcemente nos lleva por el camino.


LA FOTO: "Desentendiendo las cosas". Albert Gual.


No hay un solo día en el que no tenga que luchar para calmar mi sed, que no me pregunté que diablos estoy haciendo aquí cuando podría estar allí, porqué persigo sueños guiándome por los instintos, pudiendo perseguir metas más acordes a la realidad guiándome por los “convencionalismos”.

Porqué no hago caso a toda esa gente que siempre han insistido en cómo tienen que ser las cosas, y sin embargo, sigo el ejemplo de aquellos que han conseguido algo a costa de creer y luchar por ello, aun teniendo que pelear contra las leyes del “sistema”.


Y es aquí dónde pongo en práctica todo lo visto, aprendido y olvidado durante mis años de viaje, en busca de nada y de todo. ¿Qué significa convencionalismos? ¿La respuesta se encuentra en base a la realidad occidental, a la perspectiva oriental o quizás en la mirada del pueblo africano? ¿Cuál es el sistema que deberíamos seguir todos para que el mundo funcionara mejor? ¿El ejemplar capitalismo americano?, ¿el comunismo de Stalin? ¿El Peace & Love de la década de los 60? ¿Cuál es la más sincera y genuina de todas las religiones? ¿El animismo de los caníbales? ¿El catolicismo del Vaticano y sus riquezas? ¿El islamismo de los que renuncian a vivir para matar? ¿Hay realmente una respuesta firme y coherente a todas estas cuestiones? ¿Quién la posee, Dios o el Dalai Lama?


Sí, todas estas cuestiones son parte de la herencia del estilo de vida que elegí. Posiblemente, otro camino hubiera sido mas tranquilo y despejado. Pero no me lamento, me llevo todas estas dudas conmigo, procurando tratarlas con la seriedad y responsabilidad que se merecen. Eso sí, apreciando y valorando cada experiencia con la pasión de un niño en sus primeros años de vida.


No pretendo parecer un cínico convencido de lo jodido que ésta el mundo sin aportar soluciones (es algo que detesto). Tampoco pretendo dar soluciones (no las tengo). Ni quiero parecer un incrédulo idealista charlatán (también lo detesto). Pero si que me gustaría que estas cuestiones planteadas, sirvieran al menos, para reflexionar un poco sobre quién somos y qué queremos. Ya no estoy más seguro de si puede existir un mundo mejor, me gustaría pensar positivamente, pero de lo que estoy firmemente convencido, es de que la vida puede ser mejor (no necesariamente más fácil) si se cree en algo y se muere por ello.


Y hablando de ella, ahí está la más real de las verdades, la muerte. A todos nos llega y nunca sabremos cuando. No la esperemos, pero tampoco la temamos. Seamos honestos y disfrutemos combatiendo por vivir.
Albert Gual